21/09...

Muchas veces te advirtieron que yo era malajunta… mezcla rara de demonio y piel de oveja, adversaria sin complejos de esa moral de maqueta que tantos construyen en su boca y en los hechos suelen traicionar… malajunta, con todas sus letras… amiga de la madrugada y del elixir de las conciencias, música en exceso, literatura traviesa, humos multicolores, luz y sombra, palabras adictivas, sentidos, razones… filosofías emancipadoras, una lengua dulce pero peligrosa… mujer capaz de amar(te) y al mismo tiempo odiar, sobre todo el tiempo mensurable que pasó demasiado rápido para… malajunta porque sacaba tu esencia de hombre bueno cuando nos portábamos mal…

malajunta, porque fui todo aquello que hacía “más valioso” lo adecuado, e inconveniente la felicidad… malajunta, porque conmigo estabas destinado a la locura y al nunca más sentirte solo, diferente o iluso cambiando los adjetivos a único, especial y soñador… en fin… ya fue… sólo deseo que en este día bendito de equinoccio y primavera, en el que recuerdo a dos amores muertos, uno de cielo y otro de tierra… alguien en mi nombre te acaricie, te bese, te hable, te mire y te escuche, haciéndote sentir todo el amor subversivo que se quedó en nuestro mundo, una pizca marginal, una escalera al sol.. que no va a ninguna parte y que no volverá jamás…