lunes, abril 07, 2008

INVITACION DE LA ACTRIZ MALUCHA PINTO

Presidenta de Chile, señora Michelle Bachelet, señores del Tribunal Constitucional, señoras y señores senadores, diputados, señoras y señores ministros, autoridades en general, pueblo de Chile:

Soy mujer, amo la vida, he tenido la generosidad de dar dos hijos al mundo, he luchado con pasión y convicción porque la vida cante y se exprese en mi país a través de mi trabajo, de mi quehacer político, de mi sensibilidad y de mi pensamiento.

He luchado porque la vida se exprese en los espacios de adentro y los espacios de afuera.
He soñado y hablado del cielo y la tierra.

Soy una mujer grande, madura y he afrontado la existencia y sus desafíos con responsabilidad. A pesar de los vientos huracanados que amenazan con derribarlo todo tantas veces, me he mantenido de pie, valiente frente a mi vulnerabilidad, con mi corazón en la mano, luchando por mis hijos y los hijos de las mujeres de este lugar al sur de todo.

Cada obstáculo lo he transformado en el regalo más amado porque estoy cierta de la bondad fundamental del todo.

Entonces hoy me pregunto ¿qué significa este fallo aberrante de un Tribunal Constitucional en relación a nuestro derecho sagrado a decidir si queremos abrir nuestro cuerpo a la maternidad? Soy grande, me digo, aporto, trabajo, amo, cuido, creo, genero ingresos, multiplico las riquezas de mi país y sin embargo me tratan como a una niña maltratada. Me pregunto si los señores caballeros que forman dicho tribunal han sopesado el daño que van a causar a las miles de mujeres de mi patria:

Por lo anterior, el doctor Ramiro Molina explicó que "Estamos frente a una catástrofe en salud pública como no se ha visto antes en ningún país del mundo, que tendrá impactos en muertes, dolor, sufrimiento y gran daño a la familia", porque por cada nacimiento adicional a los actuales morirán más de dos embriones o fetos a causa de abortos clandestinos, y porque se podrían hasta quintuplicar las muertes de mujeres a causa de complicaciones de abortos, según las más conservadoras proyecciones basadas en el estudio "Presentation of pregnancy in high risk women. Community intervention in Chile in abortion in developing countries", de la OMS , 1999, investigación liderada por el doctor Ramiro Molina

"Habría pérdida de vida de mujeres que son madres, esposas, hijas, gente sana que no son delincuentes. Al aprobar una medida de este orden, se atenta contra todos los derechos básicos y elementales: a elegir el número de hijos, intimidad, a elegir lo que quiero con mi vida y pensamiento. Por lo tanto, para generar vida tienen que generar muerte, eso no tiene ética en ningún pensamiento", sentenció el especialista.

Curar, y no prevenir
El doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública, se refirió a la repercusión que este fallo tendría sobre las tasas de mortalidad infantil, neonatal, materna y por aborto, echando por tierra los esfuerzos e inversiones sanitarias realizados en materia de salud reproductiva en Chile durante los últimos 45 años. Del gran incremento esperado de abortos, se espera una proporción de un 20% de mujeres que presentarían complicaciones, demandando anualmente 56.000 hospitalizaciones en maternidades; es decir, un 58% más de casos que las reportadas por el Ministerio de Salud, con esta causa, durante el 2004, lo que redundaría en un colapso del sistema hospitalario en todo el país, por la "competitividad que se produciría en el uso de estos recursos, que ya son escasos". Asimismo, añadió que aumentaría la inequidad en el acceso, puesto que son precisamente las mujeres de los quintiles de menores ingresos socioeconómicos las principales usuarias de los métodos de planificación provistos por el Estado.

Por su parte, la doctora Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina, también hizo mención a la catástrofe sanitaria y hospitalaria a consecuencia de esta medida, aumentando la morbimortalidad materna e infantil. "Somos una institución que defiende la vida por sobre todas las cosas. Por eso nos parecen extremadamente delicados los alcances de este fallo, dados los aumentos de abortos, muertes maternas y hospitalizaciones derivadas de ello. Desde ese punto de vista volveríamos a aplicar la medicina curativa, y no a la labor preventiva, que es a lo que nos debemos para mejorar la calidad de vida de nuestra población".

Comparto con ustedes una carta que una mujer nos envió para la creación de una obra de teatro y que escribió en los años 70. Esta carta pudo haber sido escrita hoy. No mucho ha cambiado.

"Esto ocurrió por los años 75, 76. Eso lo sé fehacientemente porque fueron los tiempos del toque de queda temprano. La primera vez que me vino la hemorragia después del aborto, era noche tupida y tuve que partir al hospital con mucho miedo. Me pararon la tracalada de patrullas y yo explicando. Yo estaba casada pero el hombre mío era muy inmaduro. No atinaba con la vida de casados ni con los cabros, no tenía responsabilidad. Además tenía costumbres de soltero y pasaba metido entremedio de las prostitutas. Cuando quedé esperando me quise morir. Hice mis averiguaciones y partí donde una tal Hermelinda que hacía remedios. Entrar a ese lugar me dejó transpuesta. Un olor penetrante a cloroformo... ¡Hasta moscas había! Al comienzo me trató bien pero yo empecé a quejarme. Me dolía demasiado, era un desgarro. Ella se asustó que alguien escuchara y la pillaran entonces me tapaba la boca, me insultaba. Salí apenas y esa noche me fui en sangre. Entre ese año y el que vino, me hice cuatro abortos. Me los hacía sola. Me metía una sonda y me la amarraba a la pierna. Llegaba a atenderme cuando la hemorragia se presentaba. ¡Es que no quería tener más hijos, no podía, de veras que no podía! Eso puede costar comprenderlo. Hay que ponerse en el pellejo de la mujer." Lucía

Todos los que rasgan vestiduras y pretenden que no nos cuidemos con métodos anticonceptivos eficaces, que no decidamos en libertad y autonomía cuantos niños queremos traer al mundo y cuando; y también vivir nuestra sexualidad con plenitud e infinito placer, no hacen nada por cuidarnos cuando nos embarazamos. El sistema de salud privado, las empresas, nos rechazan si estamos preñadas. No nos contratan, nos pagan menos, nos cobran más… Nada en este sistema ambiguo, de aterrantes dobles standards, ayuda a que la vida tenga un cauce amoroso a través del cual existir, expresarse. ¡¡¡Y como siempre las que mas lo sufren, son las mujeres de nuestro pueblo!!!! Solo la salud pública puede velar por ellas y ahora esta ha sido maniatada.

Cuando se trata de campañas de prevención hay que saltar miles vallas que impiden hablar con claridad y sin remilgos de la necesidad del condón, de sus beneficios. ¡¡¡¡Cada cual verá si lo usa o no!!!

Cuando se trata de implementar una educación sexual clara, amorosa, abierta, humana y realista se levantan las voces para frenar, disfrazar, impedir que esto se haga o que se haga de acuerdo a las directrices de unos cuantos que se adjudican el rol de guardianes de la bahía.
Somos muchas y muchos, sentimos de maneras diferentes, pensamos en forma diversa y necesitamos tener espacios abiertos y luminosos para desarrollarnos. ¡¡¡¡Defendamos la vida de verdad!!!!

Tal vez, el regalo en esta ocasión, es unir las voces y los corazones y levantarnos para construir nuestro derecho a decidir cuando nos embarazamos y cuantos niños vamos a tener y cómo nos cuidamos. Tenemos derecho a formar parte de la comunidad nacional con otros valores, con otra manera de entender y leer, con otras maneras de vincularnos.

Todas y todos los que aquí firmamos pedimos la revocación ahora del inminente fallo del Tribunal Constitucional en materia de las Normas Nacionales de Regulación de la Fertilidad, el uso del levonorgestrel y de los dispositivos intrauterinos y que se hagan los cambios para que este fallo sea anulado.

¡¡¡¡Juntemos millones de firmas!!!

Malucha Pinto - actriz
4.608.207-9
Santiago de Chile

NO OLVIDAR MOVILIZACIÓN
POR EL DERECHO A ELEGIR

10 DE ABRIL 13.00 HORAS


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