SER MAMÁ DESPUÉS DE LOS 30

Si tuviera que ponerlo con caritas de emoticon, cuando el doc me dijo “estás esperando mellizos” mi cara fue de :S

O sea, feliz estaba… pero después de tanto intentar y nunca resultaba, a los 32 años bancarse un parcito a cuestas era, cómo decirlo, una locura!!

Entremos en contexto: yo ya había planificado mi vida sin hijos, mi trabajo consistía en mañana debo viajar a cualquier parte, empacar los bototos, el casco y las antiparras, los fines de semana comenzaban el jueves y compartía departamento con tres amigas en Santiago: nuestra sociedad era un éxito de convivencia.

¿El progenitor? mmmm no era lo que yo esperaba para “padre de mis hijos”, creo que fui la primera agradecida cuando se involucró con la secretaria, y apenas se fue le envié un mail (a ella) advirtiéndole “espécimen sin garantía, no se aceptan devoluciones” Hasta ahora no me arrepiento.

Antes de ellos yo estudiaba todo lo que me diera plus, asistía a todos los estrenos, era la militante estrella de mi partido, componía música, publicaba lo que escribía, compraba lo que me gustaba de la vitrina, me levantaba a la hora del queso los domingos, me llevaba un mino pa’ la casa si quería, me iba de carrete, de viaje, de affaire, de gira… en fin… era una mina libre… ¿era una mina libre? No, era una mujer sola.

Ahora miro sus caritas que me despiertan temprano pidiéndome leche, o sus ojitos de espanto si les sube fiebre, correr en la playa, dormirse quietitos, jugar como hermanos, cantar conmigo, ir juntos ahora de vacaciones, trabajar medio dia para estar con ellos un ratito, da lo mismo ir a la protesta, a los juegos o a un bingo…ya no vivo de happy hours, congresos y reuniones, pero soy muy feliz con mi familia, que se reduce a esta gallina y mis dos pollos (… por el momento…)

Ellos son felices con su mamá "rebelde y loquilla" como me llaman y yo estoy orgullosa de mis cabezones...