viernes, diciembre 21, 2007

Unámonos como hermanos (21.12.1907 - 2007)


Ustedes que ya escucharon
la historia que se contó,
no sigan allí sentados,

pensando que ya pasó,
no basta sólo el recuerdo,
el canto no bastará,
no basta sólo el lamento,
miremos la realidad.
Quizás mañana o pasado,
o bien en un tiempo más,
la historia que han escuchado,
de nuevo sucederá
,
es Chile un país tan largo

mil cosas pueden pasar,
si es que no nos preparamos,

resueltos para luchar,
tenemos razones puras,
tenemos por qué pelear,
tenemos las manos duras,

tenemos por qué ganar.

Unámonos como hermanos,
que nadie nos vencerá,
si quieren esclavizarnos,
jamás lo podrán lograr,
la tierra será de todos,

también será nuestro el mar,
justicia habrá para todos,
y habrá también libertad,
luchemos por los derechos,
que nos deben tener,

luchemos por lo que es nuestro,
de nadie más ha de ser.
Es peligroso ser pobre, amigo
Es peligroso ser pobre, amig
o
Es peligroso hablar, amigo
Es peligroso hablar, amigo.
Unámonos como hermanos,
que nadie nos vencerá,
Si quieren esclavizarnos
jamás lo podrán lograr.
La tierra será de todos,

también será nuestro el mar
Justicia habrá para todos
y habrá también libertad.
Luchemos por los derechos
que todos deben tener.
Luchemos por lo que es nuestro,
de nadie más ha de ser.


Unámos como hermanos
que nadie nos vencerá
si quieren esclavizarnos
jamás lo podrán lograr.

A 100 años de la masacre de los trabajadores del salitre en la Escuela Santa María de Iquique


Fueron alrededor de 3.000 o más los muertos entre hombres, mujeres y niños, todos habían caminado varios días desde las oficinas salitreras donde vivían y trabajaban hasta llegar a Iquique donde esperaban una respuesta a sus demandas por condiciones dignas y justas de trabajo y de vida en la pampa. Por esos años ellos y sus familias eran la mano de obra que motorizaba la industria más próspera del país, la de la explotación de las calicheras en el norte grande, en el corazón del Desierto de Atacama.

La represión y la muerte fue ordenada por el presidente de la república y el ministro del interior de la época y esa órden fue cumplida por un contingente del Ejército de Chile, al mando de un oficial de apellido Silva Renard o sea fue el Estado chileno, fueron funcionarios pagados por este estado, quienes defendiendo fortunas privadas cegaron la vida de más de 3.000 seres humanos.

Lo que siguió fue la negación, la pretención de borrar de la historia del país semejante momento de horror y oprobio. Callaron los diarios, callaron los textos de historia, callaron los políticos... callamos casi todos nosotros. Pero la memoria es pesada y transita a contrapelo, fueron los sobrevivientes y sus familias quienes la sostuvieron y contaron de boca a oreja esa herida tremenda que quemaba - mucho más que el sol - el corazón y el alma de las oficinas salitreras.

A comienzos de los años 70 la memoria irrumpió en las imponentes notas musicales de una Cantata y millones de chilenos conocieron que la masacre obrera en la Escuela Santa María ocurrió en Iquique el año 1907. Aquel disco "long play" se metió en nuestros hogares e hizo mil pedazos el silencio oficial ... "Señoras y señores, venimos a contar aquello que la historia no quiere recordar, pasó en el Norte Grande, fue Iquique la ciudad, 1907 marcó fatalidad" ... así comenzaban esos versos cantados por los artistas que florecieron durante el gobierno del presidente Allende.

Hoy, a 100 años de la masacre en la Escuela Santa María de Iquique, por primera vez un gobierno chileno decreta duelo oficial, por primera vez el Estado de Chile hace un gesto al mundo de los trabajadores chilenos, quizás a los más explotados: a los trabajadores de la pampa salitrera y sus familias sobre cuyo sudor, lágrimas, miserias, humillaciones y sangre se fundó el desarrollo de la actividad industrial de nuestro país. Harto tiempo se tomó el Estado chileno para manifestar recogimiento ¿no?

Ojalá también cada uno de nosotros examináramos hoy día, en este mismo momento y en lo más íntimo de cada uno, cuál es nuestro gesto ante aquella masacre... 100 años son demasiados...

Graciela Bruzzone Pizarro

5 comentarios:

Beatriz Lorca Espinoza dijo...

A mi cuanto la escucho la música de la Cantata se me caen las lágrimas; por la historia , por la gente , por los versos, por el dramatismo y profundidad de las voces de los Quila...
Gracias por recordarnos algo tan injustamente acontecido...

Anónimo dijo...

No sólo es peligroso ser pobre... es también peligroso ser distinto... minoria..
Hola Carla, es mi primera por acá .
Te dejo cariños navideños y ahora me voy a leerte..
byebye

(Soy la Marsu, pero no sé por qué no pude firmar...) :S

La_Keka dijo...

Sin duda una historía completa.
Tan solo de escuchar los primeros acordes se erizan los pelos.
Bien bueno el articulo.

Te dejo mis saludos navideños, y de fin de año que lo pases excelente!!!!!

Un abrazo!!!!

franco ferreira dijo...

Y supiste que los cuerpos estaban en unos cotainer dejados ahí tirados por el Servicio Médico Legal? Pedimos respeto por nuestros muertos con la última dictadura y no somos capaces de respetar a los que dieron la vida en la escuela Santa María.
Que bueno que espacios como la blogósfera rescaten la historia de esa forma. Se te agradece, pues.
Un gusto descubrirte navegando por el ciberespacio. Espero pasar pronto de nuevo.
Y te invito a que me leas cuando quieras. Será un placer recibirte.
Cuidate y nos estamos posteando ;)

Vero dijo...

Feliz 2008 Carlita, que este año la alegria y la felicidad te acompañen, mucho amor y salud para los tuyos. Gracias por haber compartido tus historias, sin duda lograste llegar a mi corazon con cada una de ellas, espero que muy pronto podamos darnos un tremendo abrazo.

Feliz Año Nuevo.

Un beso.